viernes, 21 de diciembre de 2007

vinos en caja fuerte

Botellas de vino en la caja fuerte, Au Bonheur du Vin

VelSid

vino_guarda_empresa.JPG

Algunos amantes de la enología poseen botellas de vino verdaderamente especiales, son exclusivas, únicas y en muchas ocasiones pertenecen a añadas excepcionales que se han dado en décadas anteriores. El valor que pueden alcanzar estas botellas en el mercado obliga a algunos propietarios a guardarlas en cajas fuertes totalmente acondicionadas para tal efecto.

Como si de un banco se tratase, una empresa parisina, Au Bonheur du Vin, ofrece precisamente este servicio, por unos 6 euros al mes nos dan la posibilidad de guardar en sus instalaciones hasta 24 botellas.

Los tesoros enológicos serán guardados celosamente por esta empresa y los vinos podrán proseguir la guarda para tranquilidad de los propietarios, además, ante la posibilidad de cualquier incidente, existe un seguro que se encargaría de cubrir el daño que pudieran sufrir las botellas. Por cierto, el seguro está incluido en los 6 euros. Nos parece incluso demasiado barato teniendo en cuenta que algunas botellas alcanzan precios astronómicos en el mercado y son además piezas genuínas.

Otra opción que nos ofrece esta empresa es la de controlar nuestros vinos vía online, y si de repente se nos ocurre descorchar un buen vino para celebrar algo importante basta con comunicarle a la empresa que nos acerque al lugar donde nos encontramos el vino elegido, la empresa se compromete a intentar traernos la botella en un plazo no superior a cuatro horas (aunque esta opción dependerá siempre del lugar donde nos encontremos), prometen ser lo más rápidos posibles.

sippin on the rocks

Sippin on the Rocks, enfriar las bebidas sin que pierdan el sabor

VelSid

cubitos_piedra.PNG

Sippin on the Rocks es un sistema escocés para enfriar el whisky sin que adquiera un sabor aguado, son dos pequeñas piedras cúbicas de granito pulido que actúan a modo de cubitos de hielo. El procedimiento es sencillo, basta con introducir estos cubos en el congelador para que adquieran la temperatura necesaria capaz de enfriar el whisky.

Se presentan en una caja de madera de nogal junto a dos vasos diseñados para poder disfrutar del sabor de un buen escocés. Es otro método más que podríamos comparar con el Drink Cooler, cubitos de hielo de acero inoxidable, de los que ya hablamos en Directo al Paladar.

Piedra o acero, ¿cuál será la mejor opción?, posiblemente sean los cubos de piedra los que mantengan más tiempo la temperatura. El metal puede estar muy frío, pero en el momento en que entra en contacto con un cuerpo más caliente, rápidamente adquiere esa temperatura, en cambio la piedra no.

El conjunto tiene un coste de unos 64 euros y puede ser adquirido online, aunque si buscas, podrás encontrar ofertas mucho más económicas que te proporcionarán el mismo servicio, como en Desing Forum Shop, que te ofrecen hasta ocho cubos similares por unos 15 euros.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Pabellón Criollo

El pabellón criollo ó pabellón venezolano es uno de los platos más representativo de nuestra cocina. Lleno de colores y sabores variados, posiblemente evoca la unión de las etnias que integran nuestro pueblo, lleva el aroma único y cálido de esta tierra.
El pabellón es un plato que nos ha acompañado a lo largo de nuestra historia, ha crecido con nosotros, con pequeñas variaciones en las diferentes regiones de Venezuela, pero manteniendo siempre la esencia única y pura del plato nacional por excelencia, es representativo de la dieta criolla urbana principalmente, es difícil precisar el origen del plato, pero ya a finales del siglo XIX era reconocido en Caracas.
Se compone de Arroz Blanco, Carne Mechada, Caraotas Negras y Tajadas de Plátano Frito, dispuestos todos de forma ornamental destacando al máximo su color, aroma y sabor. En este plato se crea un equilibrio entre todos sus componentes, tanto en color como en sabor, cada uno es parte importante de la culinaria venezolana.
Desde la colonización, el arroz, así como las caraotas, han sido parte de la comida diaria del venezolano. Las caraotas se servían como acompañante de desayunos, almuerzos y cenas, al igual que la arepa acompañaba mañana, tarde y noche nuestras comidas, hoy apenas es parte eventual de desayunos y cenas, sin por eso dejar de ser importante en nuestra cultura culinaria.
El arroz también se servía diariamente, preparado ligeramente aromatizado de ají dulce, ajo y cebolla, suelto y blanco, muy blanco, de esta misma forma se sirve en el pabellón. Las Caraotas deben ser negrísimas, hay quienes las impregnan con especies como clavitos de olor, comino y un sofrito de ajo, cebolla, ají dulce, sal al gusto....para su preparación se dejan cocinar en agua hirviendo, que puede acompañarse con cochino ahumado o paticas de cochino troceadas, (esto solo para dar sabor, pues no se presentan en el plato) hasta que se vuelvan blandas y tiernas, luego se aliñan y se deja que el caldo tome una consistencia algo espesa. Las caraotas se pueden comer con caldo para un mayor sabor, o si se prefieren fritas, se pueden escurrir y freír en manteca o aceite muy caliente. También si se prefiere se pueden comer con un punto de dulzura, aportado por papelón raspado, o azúcar.
Por otra parte la carne mechada, (carne de falda de res), se hierve con cebollas y sal hasta que alcance un punto de ablandamiento donde se deje mechar fácilmente. Luego se mecha a mano, en trozos finos. Posteriormente en aceite muy caliente, preferiblemente coloreado con “onoto”, en el cual se han salteado ajos machacados, cebollas, ají dulce picado, saltear la carne y agregar tomate troceado sin piel ni semillas, sal y pimienta al gusto, es importante cocinar a fuego lento hasta que quede suavemente jugosa. La carne se torna rojiza y aromática.
Por último se taja el plátano y se fríe. Se distribuyen los componentes en el plato de forma decorativa y alrededor se colocan las tajadas. El despliegue de colores será indudablemente llamativo, lo blanco del arroz, lo negro de las caraotas, la carne rojiza y los plátanos amarillo dorados, algunas veces haciendo de barandas, otras veces parte integral del plato, el conjunto será tan impactante como una atardecer en los Médanos Coro en Falcón, como un amanecer en las majestuosas montañas de Los Andes ó como una vista sencilla a los imponentes tepuyes de nuestra fantástica amazonas... el sabor será inigualable, la calidez de nuestra tierra se hace sentir a través de nuestra cocina, y al probar nuestro plato nacional podrá sentir a Venezuela a través del paladar...

La Arepa venezolana y sus variaciones

Hablar de La Arepa, es hablar de Venezuela... Parte de nuestra cultura y de la mesa de cada día, es nuestra expresión culinaria más autóctona, es el benefactor pan nuestro de cada día.
La arepa es una expresión nacional, en cualquier ciudad de Venezuela puede encontrarse. Su preparación se remonta a nuestros ancestros indígenas, que sembraron, recolectaron y procesaron el maíz. Es el resultado de una masa hecha de maíz cocido y molido, los indígenas, lo molían entre dos piedras lisas y llanas y luego creaban pequeñas bolas que asaban en un “aripo”, (especie de plancha un poquito curva fabricada en barro, que se utiliza para la cocción, también conocemos una variación de éste como “budare”) del nombre de este utensilio deriva la palabra “Arepa”, en la actualidad se utilizan planchas y parrillas de hierro para asar las arepitas en casa o restaurantes, aunque se puede encontrar aún el aripo de barro.
La Arepa es leal compañera del venezolano y puede encontrársele en la más honorable mesa, así como en la más humilde, en cualquier esquina de la ciudad, ó en el más pequeño de los pueblos, en restaurantes y casas, ó en las abundantes areperas de las diferentes ciudades venezolanas.
La Arepa es la reina de nuestros desayunos, y a su vez excelente acompañante de primeros platos en almuerzos y cenas, es fiel compañera de nuestros platos nacionales.
La arepa se muestra con características distintas en las diferentes regiones del país, pero en esencia es la misma y singular arepa. Las muy finitas las llaman “telitas” y son típicas de la región andina, las gorditas y abombaditas, se acostumbran a preparar en la región central; grandes, sean fritas ó asadas, usualmente se encuentran en oriente. Se preparan arepas de chicharrón, y arepitas dulces que tienen un ligero sabor anisado, se hacen arepas “peladas” con cenizas, que se encuentran principalmente por el occidente del país.
Se suelen comer rellenas con queso y mantequilla, carne mechada ó asado, con jamón ó con casi cualquier cosa que se le pueda ocurrir. Una arepa recién asada rellena con un queso llanero de Apure ó un jugoso queso guayanés, trae la gloria al paladar del que la prueba; Acompañada con suero de leche, con perico* que tanto gusta a los venezolanos, ó caraotas fritas y carne mechada, se obtiene un desayuno maravillosamente típico.
De la misma masa de la que se obtienen las arepas encontramos que se obtienen otros platos que son típicos en Venezuela, tales como los bollitos de masa: bollitos hervidos en agua muy caliente, que se comen usualmente al desayuno con queso y mantequilla. Las hallaquitas: bollitos cubiertos con hojas de maíz y hervidos en agua muy caliente; los bollitos pelones: bollitos de masa rellenos de carne hervidos o fritos; se hacen empanadas, rellenas de quesos guisos de carne, pollo ó pescado, etc, y fritas en abundante aceite caliente.
Se utiliza esta masa en la preparación de abrebocas y pasapalos diversos, bolitas, empanaditas, bollitos y arepitas pequeñas. Se agrega en forma de bolitas pequeñas a algunas sopas. La masa de maíz coloreada con onoto y aromatizada al amasarse con caldo de gallina, es la primera en asomar su brillante colorido cuando abrimos una de nuestras delicias culinarias más solicitada: La Hallaca; la masa se extiende sobre hojas de plátano sirviendo de cama y cobija a todos los maravillosos componentes que integran el relleno de la hallaca... Es también el componente principal de la Polenta Criolla. Infinidad de usos le damos a la masa que se obtiene del maíz, pero definitivamente entre todos la reina es la Arepa.

Luis G. Espejo S.